Filosofía

Así pensamos y así lo hacemos

Valorar al niño desde el principio

Los primeros años de vida  son de fundamental importancia para que los niños crezcan armoniosamente tanto en lo intelectual como en lo afectivo y lo social.  Por ello nuestra metodología pone al niño en el centro de su proceso de aprendizaje, estimulando su curiosidad y su creatividad.   El planteo de propuestas que respetan sus intereses, a la vez que les van abriendo nuevos horizontes, potencia el desarrollo máximo de las distintas capacidades de cada uno.

El clima de afecto, respeto y alegría, que viven en MAFALDA, favorece la construcción de su autoestima y les permite crecer seguros e independientes, a la vez que aprenden a relacionarse positivamente con los adultos y con sus pares, a través del cariño, la solidaridad y el cuidado de los sentimientos de cada uno.

Y todo esto a través de lo que más les gusta a los niños y que es su vehículo natural de aprendizaje: EL JUEGO.

Querer y sentirse querido, algo que va más allá de las palabras

Para el niño es importante percibir que su entorno lo contiene, que los espacios están diseñados a su medida, que todo está en orden, esperándolo para aprender con placer.

Cada persona que trabaja en MAFALDA -docente y no docente- es seleccionada, no solo por su excelente formación, sino también por sus valores, por su sensibilidad para comprender los sentimientos y emociones infantiles y por su capacidad de apoyar a  los niños en las distintas circunstancias por las que atraviesan.

Una segunda casa, de verdad

Los padres  y la familia tienen las puertas abiertas para compartir muchas experiencias “desde adentro”.  Ver que su familia participa en actividades y que la comunicación con los docentes y las directoras se da en forma fluida, es de vital importancia para los niños.  Les da seguridad y los hace sentirse cómodos y felices al sentir que sus mundos interactúan libre y naturalmente.